Nazca La mayoría de los esquemas figurativos, las convenciones y las técnicas se transmitían de generación en generación. Washington, D.C. 1980 “The Owl as a Symbol in the Mortuary Iconography of the Moche”. Hocquenghem y Lyon (1980) y recientemente Holmquist (1992) han definido la personalidad de la divinidad femenina (Fig. C) de la metalurgia. Como ya hemos precisado, nuestra interpretación de las características de la iconografía mochica es diferente. Lima, Universidad de La Libertad – Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. ¿Tres divinidades, tres plataformas, tres recintos? Lima, Seminario Interdisciplinario de Estudios Andinos. 1997; Verano 1998a, 1998b), hacen de esta hipótesis una opción muy tentadora. Ph. Los materiales y técnicas empleadas influyen a menudo en la composición (Vg. Los Moche of 72. Las técnicas usadas son poco sofisticadas y su uso resulta plenamente compatible con los niveles aldeanos e incluso familiares en la organización de la producción. Por consiguiente, ubica en la cima del panteón mochica a una tríada compuesta por: La personalidad iconográfica del primero insinuaría el parentesco con el Sol (Inti), del segundo con Pachacamac – Ticci-Wiracocha, y del tercero con el Trueno (Illapa). 221-222), con serpientes monstruosas a lo largo del cuerpo o encima de la cabeza (Kutscher 1983, Figs 219-220), personajes-murciélago de cinturones de serpientes (Kutscher 1983, Fig. Nos referimos a: Por nuestra parte, pensamos que las propuestas de Donnan y Benson (personajes 1 y 2) no son del todo excluyentes. Incas . Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios. Este último nombre fue asignado a las categorías de la cerámica doméstica (Ford 1949, Collier 1955b), y a relativamente escasos ejemplos de la cerámica ceremonial, en los que frecuentemente se percibe la influencia de los talleres mochica (Larco 1945). Ello explicaría los rasgos estructurales que la cultura Mochica comparte, en su opinión, con la de otras jefaturas complejas del Nuevo Mundo (Vg. Cultura Mochica. Mitología mochica [ editar] Poco nos queda de los mitos en los que basaran su religión los miembros de la cultura mochica o Moche, que se desarrolló en la zona norteña de la costa del Perú mucho antes que el Imperio Wari y el Inka. Los hombres seguían viviendo en otra esfera del mundo con sus mismas obligaciones o privilegios, razón que llevó a sepultarlos con provisiones y bienes. Cultivaron maíz morado, yuca, papa, calabaza; tuna, lúcuma, chirimoya, tumbo, maní y papaya. Arqueología de la teogonía, los mitos, símbolos, medicina y muerte Arqueología de las armas Arqueología de los dioses Arqueología de los metales Arqueología de los tejidos Arqueología del Estado Arqueología del lenguaje Arqueología del matriarcado 1989  Ancient Egypt. El estilo Virú-Gallinazo representa a una de las tradiciones más importantes de cultura material del inicio del periodo Intermedio Temprano que coexiste en la costa norte con otras, marginadas, como Salinar, Vicús y con las variantes costeñas de Recuay. Bruselas, Imschoot, uitgevers. La aparente similitud con el arte medieval se debe a que, en ambas épocas y lugares, la imaginación creativa de los artistas estuvo limitada por factores del mismo orden. D. dissertation, Yale University. La cultura Mochica, durante los primeros seis siglos de nuestra era, representa el apogeo y esplendor de los estados teocráticos de la Costa Norte del Perú. Creemos que los artefactos, los comportamientos y los motivos que clasificamos bajo el rubro Mochica se relacionan desde la primera fase en la historia de esta cultura (Mochica I, Larco 1948) con el surgimiento y la evolución de estados de carácter regional, cuya área de influencias generalmente transciende el espacio de un solo valle. Uno de ellos está proporcionado por la botella Moche IV del Museo de Larco (Nº inv. 159-171. 6, 9, 10). Fieldiana Anthropology, 43. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad – Trujillo. De las armas antropomorfizadas, sólo se reconoce una porra en el segundo plano, entre sacerdotes humanos y prisioneros. 23 con la representación de ambos motivos). 1998 “Taller de Yécala (siglo III/IV): observaciones sobre las características y organización de la producción metalúrgica Vicús”. hasta los 700 dc. En el período cultural conocido como Desarrollos Regionales existió en la costa norte del Perú un pueblo poderoso guerrero conocido como la sociedad Mochica La cultura Moche o Mochica surge y se desarrolla en los siglos I y VII, teniendo como escenario la larga y angosta franja desértica de la costa norte del Perú donde se encuentran los restos de sus templos . Grandes Estudios Andinos. 79: 251-303. Londres, Thames and Hudson. . 1994 Iconos y narraciones. 1958 “Ceremonial ‘bandminton’ in the ancient culture of Moche (North Peru)”. Hemos llegado a la conclusión que el Guerrero del Águila, el ser radiante con el casco cónico, el que se desplaza en las andas cargadas por aves, o camina sobre la serpiente bicéfala, probable imagen del cielo, y preside la escena de sacrificio en su variante más popular, no fue representado ni en la fachada de la Huaca de la Luna, ni tampoco prestó sus atributos a los gobernantes de Sipán. En: Moche: propuestas y perspectivas. Sipán 1975 “Death-associated figures on Mochica pottery”. Primera parte: Tecnología y Morfología”. escenas de caza de venados, Donnan 1982, 1997), y realiza todas las actividades propias a la elite mochica (Castillo 1989). En: Vicús, Krzysztof Makowski y otros, págs. Monumenta. Entre los dioses más representativos encontramos que existen 8 que son inmortales. Las fuerzas que gobiernan sobre la parte superior del mundo de los mochica (tierra firme y cielo), la que está visible a la luz del día, están personificadas por dos divinidades guerreras que lucen atuendos típicamente costeños. 10, 12, 45). Las piezas decoradas en relieve o en bulto presentan el personaje portando cabezas humanas (Kutscher 1983, Fig. Las caras están enmarcadas en un rombo cuyo marco conforman meandros con peces-rayas estilizadas o, lo que convence más a ambos investigadores, 16 cabezas de serpiente. Hocquenghem 1987, Fig. Si no desean hacer click y buscan nombres de los dioses mochicas, esto es lo que dice el segundo artículo citado de Wikipedia al respecto: Los mochicas llamaban Aia Paec a la divinidad y Alaec pong a la piedra o figura que la representaba. En resumen, la arquitectura monumental pública, con sus paredes profusamente decoradas cumplía probablemente una función coincidente con la de la cerámica ceremonial y otros soportes de imágenes. La cultura Moche o mochica fue una sociedad que se desarrolló en la costa norte del actual Perú, en el valle del río Moche, entre el 100 a.C.y el 1000 d.C., a raíz de la unión de las culturas Cupisnique, Salinar, Vicús y Virú. Los aguarunas, hasta 69 Son unos 100 000 en total, ubicados en el Perú y Ecuador. 12.5) (Divinidad radiante de Berezkin 1980, pl. 12.2. El personaje puede también aparecer con aletas del pez o con las patas de araña (Fig. Antiguamente era conocida como Protochimú o Chimú Temprano, recibiendo más . Sobre la cultura Mochica. Economia de la Cultura Mochica. En todo caso, por lo menos tres divinidades distintas estuvieron retratadas bajo el arco conformado por este animal mítico (Fig. 1989  Reyes y Guerreros. Colección Arte y Tesoros del Perú. La cerámica Mochica, o fea, recubre las creaciones de pueblos colombianos instalados a lo largo de la costa norte del Perú, en el oasis costero en las estribaciones de la cadena andina, en el año 100 a. C. 700 d.C.. La cultura Mochica, contemporánea de la cultura Nazca del sur del Perú, es la única civilización precolombina que ha creado en cerámicas complejas escenas con la . cultura moche Hemos visto que la divinidad de la cueva puede adoptar el casco de Guerrero del Búho cuando aparece sentada en una plataforma encima de las montañas. Tenía como centro cultural el valle de Moche y Virú cerca de Trujillo. Cada contexto expresa un complejo discurso que varía de acuerdo con jerarquía y fases temporales. En. En: Moche. 15, 16). Reimpreso de: Cuadernos de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas 15. Colección Arte y Tesoros del Perú, José Antonio de Lavalla, editor. “Los seres radiantes, el aguila y el buho. De manera sorprendente y difícil de explicar, dada la recurrencia en la decoración parietal de los templos, en la cerámica ceremonial y en los ajuares metálicos de las tumbas reales, ambos motivos, el rostro frontal de cabello serpentiforme y el decapitador-araña ocupan el lugar completamente marginal en la iconografía de escenas pintadas en línea fina. Para contestar a la pregunta es menester evaluar no sólo las fuentes iconográficas analizadas sino también las metodologías, y en particular los supuestos de carácter axiomático que se esconden detrás de cada una de ellas. Lima, Yachaywasi. Periodo: Intermedio temprano. Tesis de maestría. 1992 El personaje mítico femenino en la iconografía Moche. 12.8). Estos vestigios encierran mensajes e ideas de su tiempo. Esta reconstrucción del panteón mochica guarda una necesaria y estrecha relación con nuestra manera de entender las características de la sociedad durante el periodo Intermedio Temprano, y de los mecanismos de poder imperantes en ella. 1994 “Arquitectura y decoración mochica en la Huaca Cao Viejo, complejo El Brujo: resultados preliminares”. Los problemas metodológicos mencionados arriba no afectan a la propuesta de Campana y Morales (1997), puesto que sus fundamentos son del orden contextual. Ocasionalmente, el Mellizo presta sus rasgos faciales y corporales, incluido el cinturón de serpientes, a las víctimas del despeñamiento (Zighelboim 1995a: 57, SM-45, 46). Nótese cómo al descubrir la imagen desde abajo hacia arriba, se aprecia primero una . El nutrido calendario ceremonial, cuyas festividades se realizaban en el marco del paisaje sacralizado cumplía de manera eficiente con las múltiples funciones políticas y económicas que en otras latitudes desempañaban populosas urbes fortificadas. . 2; Kutscher 1983, Fig. En la tumba del Viejo Señor un esplendido collar de diez cuentas de oro, representa arañas posadas en el centro de sus redes; el abdomen igura un rostro humano ataviado, la imagen idealizada corresponde con la especie de araña Argiope argentata, la forma del abdomen lobulado y su cuerpo dividido en dos hemisferios de vistoso colorido, mitad amarillo y mitad plateado, se relacionaron con la dualidad. Crédito: Iván H. La exposición "El arte mochica del antiguo Perú. Aquellas divinidades lucen el vestido de guerreros de alto rango y se relacionan mediante los rasgos y ámbitos de acción con espacios opuestos. Lima, Australis S.A – Fondo Editorial SIDEA. Las arañas que fabrican tela colgante reposan con la cabeza hacia abajo, así sugirieron mediación entre el cielo y la tierra; su eje es vertical respecto al de otros arácnidos e insectos, del mismo modo que los hombres frente a los animales. En este último caso, el rostro del ser adquiere proporciones y detalles (volutas, cresta) del hocico del dragón. Biblioteca del Museo de Arqueología Rafael Larco Herrera, Hacienda Chiclín. Calgary. 1986  Peer Polity Interaction and Socio-Political Change. Lima, Universidad de La Libertad – Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. En raras escenas, que Zighelboim llama transicionales, el Mellizo observa el sacrificio solo, al pie del cerro o eventualmente sentado, a lado del otro ser, sobre una plataforma. En: Moche: propuestas y perspectivas. La cultura mochica, como es conocida, ha dejado tras de sí las esculturas más diestramente talladas de la América precolombina y los restos de grandes pirámides, construidas en distintos niveles, donde se . Esta cultura tuvo un espléndido desarrollo socio-económico y cultural durante los seis siglos en los que . Sin embargo, las elites gobernantes cultivaron la tradición mítica del origen común, compartían la fe en las mismas divinidades, y el mismo calendario ceremonial. La botella (Fig. Chavín de Huantar Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Trujillo. De ahí que era limitado el número de actuaciones rituales y episodios míticos que un taller sabía y solía representar. Director del Proyecto Arqueológico Ventarrón-Collud. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad – Trujillo. La subdivisión de la elite guerrera en dos mitades y cuatro parcialidades está en todo caso plasmada de manera directa en las representaciones de combates rituales y míticos (Vg. E) de la cerámica escultórica. ; véase arriba las escenas bajo el arco bicéfalo); como titulares de una ofrenda de conchas tropicales Strombus sp., la que está presentada respectivamente por la Iguana mítica al Mellizo Marino, y por el Mellizo Terrestre al Guerrero del Búho (Guerrero del Búho: Donnan y McClelland 1979, Fig. En cambio, el análisis pre-iconográfico de las imágenes, cuya estructura de composición se desprende de la lógica narrativa abre, en nuestra opinión, nuevas e insospechadas posibilidades interpretativas; resulta posible captar, por medio de comparación, secuencias de variación de rasgos en relación con la actuación, y formular hipótesis contrastables en cuanto a la identidad de los protagonistas. 12.2b); este último posee un alter ego que se desenvuelve en el ámbito marino (véase también Kutscher 1954; Donnan 1976, 1978). 1989 “El ‘ulluchu’ en la iconografía y ceremonias de sangre Moche: la búsqueda de su identificación”. New York. La más fácil de identificar gracias al cinturón de serpientes, y a sus acompañantes, el perro y la iguana, es el Mellizo Terrestre. Los paralelos (a-k) sugieren que la cara repetida en la fachada de la Huaca de la Luna podría pertenecer a la divinidad de cinturones de serpientes llamada Mellizo Marino. Memoria para obtener el grado de Bachiller en Humanidades con mención en Arqueología. La variedad de diseños y decoraciones, los accesos diferenciados, las evidencias de sacrificios humanos en dos recintos (Uceda et al. CHIMU Sin embargo, sólo dos de ellos, el Guerrero del Búho y el Guerrero del Águila, aparecen en escenas de particular complejidad iconográfica como jefes supremos al mando de guerreros sobrenaturales. 1987  Iconografía mochica. En: Moche: propuestas y perspectivas. Algunos investigadores (Vg. n.s. 26: 127-157. 18: 1-26. 5: 81-125. Las características de las figuras divinas y humanas, incluyendo la ubicación y la orientación dentro de la escena, estuvieron determinadas para cada modelo por separado. A diferencia del primero, este personaje asume también funciones sacerdotales (Makowski 1994b): entre otras, preside sacrificios y escenas de cura. UCLA Latin American Center Publications. Mochica Kuelap Tanto el Virú-Gallinazo como los estilos que acabamos de mencionar están presentes en toda clase de contextos –Vg. “A class of anthropomorphic supernatural female in Moche iconography”. Lima, Fondo del Libro del Banco Industrial del Perú. La famosa escena de Presentación de la copa (Presentation theme, botella de Müseum für Volkerkunde nº 30.29.8: Kutscher 1983, Fig. Oro, mitos y rituales" viene a mostrar a los visitantes algunos rasgos de la cultura de un pueblo ligado a Perú con unas raíces tan profundas como las que tejió el Imperio Inca en los siglos anteriores a su desaparición con la conquista española del territorio. 246). 303; Hocquenghem 1987, Fig. 1948 Cronología arqueológica del norte del Perú. IIIe). 1975 “Death-associated figures on Mochica pottery”. En: Las civilizaciones antiguas del Viejo Mundo y de América. 51-59. 16; Berrin 1997, pp. Cuatro pares de patas de araña (Alva y Donnan 1993: 139, Fig. 1999: 246- 248). Makowski 1996a: 65, Fig. La secuencia de tumbas en Sipán, que abarcaría tres generaciones, permite reconocer cambios en la estructura de la religión y poder, orientados a enfatizar el carácter militar de los gobernantes en las últimas fases, cuando la guerra ritual se volvió crucial; el discurso cosmocéntrico referido al origen y equilibrio del mar y la tierra de las fases tempranas, da paso otro dirigido por las hazañas de la guerra y el sacrificio humano. “La figura del ‘oficiante’ en la iconografía Mochica: ¿shamán o sacerdote?”. arqueologia En todo caso, la variabilidad de atuendos, rasgos faciales y atributos es tan grande (Figs. Su clasificación comprende nueve tipos de personajes principales (denominadas A-J), y diez de menor rango (K-T); estos últimos suelen aparecer en las escenas de duelo entre las divinidades, en las escenas de carrera, de adivinación (juegos de pallares y palitos) y de combate. Así fue como ocurrió para determinar la importancia del personaje hallado en Sipán hace 25 años. Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology, Bulletin 155. 222. Camino Inca “Ideology, materialization, and power strategies”. 12.8. University of Illinois at Urbana. 79: 425-447. La cultura Mochica, llamada tambien cultura Moche, es una cultura precolombina que se extendió a lo largo de la costa norte del Perú, aproximadamente entre los años 100 d.c hasta el año 700 d.c Era una civilizacion contemporánea a la cultura Nazca que ocupo la costa sur del Perú.Los mochicas se situan cornologicamente entre la cultura Chavin (Horizonte temprano) y la cultura Chimu . 422-432. Santiago. 299; Hocquenghem 1987, Fig. Reimpreso de: 15. El otro, adquiere en ciertas circunstancias las características corporales de búho. Castillo (1989) ha hecho un seguimiento exhaustivo de los personajes masculinos de cinturones de serpientes, así como de sus adversarios en las escenas de combates, sin llegar a profundizar las diferencias entre los personajes A y B. Más recientemente, Lieske (1992, 2001) publicó el primer repertorio sistemático de los personajes sobrenaturales en la iconografía mochica, en el que confirma la validez de las clasificaciones anteriores, salvo para los personajes de cinturones de serpientes. Ñawpa Pacha 18: 1-26. 1978 “Les combats mochicas: Essai d’interprétation d’un matériel archéologique à l’aide de l’ethnohistoire, de l’ethnologie et de l’iconologie”. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Este es, por ejemplo, el caso del Degollador cuyos atributos conforman un cuchillo-tumi y una cabeza cortada (Cordy-Collins 1992). La procedencia y el parentesco normaban los derechos y las obligaciones del individuo como miembro de una comunidad dada. 1997 “Los complejos arquitectónicos urbanos de Moche”. Berlín, Museum für Völkerkunde. En: Surface survey of the Virú Valley, Peru, por James A. Ford y Gordon R. Willey. CASTILLO, Luis Jaime. ellos han conservado una buena parte de su cultura autóctona, sobre todo la tradición oral.69 Un sector de la etnia jíbara, enton-ces, hubiera sido vecino de los mochicas. Con esta identificación no se resuelve el problema planteado en la pregunta, puesto que tampoco ha quedado establecida la relación entre las divinidades representadas con la copa, y las deidades de los cerros. Nazca La camiseta y el protector coxal de placas es un rasgo muy recurrente en la personalidad iconográfica del Guerrero del Búho (Makowski 1996a). La cultura Mochica (también conocida como Moche) se ubicó a lo largo de la costa norte y los valles del antiguo Perú, en particular, en los valles de Chicama y Trujillo, entre los años 1 d.C. y 800 d.C. El estado de Mochica se extendió para eventualmente cubrir un área desde el Valle de Huarmey en el sur hasta el Valle de Piura en el norte, e incluso . La Trilogía Inca: El cóndor, el puma y la serpiente. 100; véase también la pieza similar en el Museo Larco nº XXC-000-133, en Berrin 1997: 164, nº 107), es la versión más compleja del tema. 14.24); como vencedores en un duelo, con la cabeza cortada del adversario y cuchillo (Guerrero del Búho: Kutscher 1983, Fig. Ir a la página. Fotografías, imágenes 360°, vectores y vídeos . Varsovia, Sociedad de Estudios Latinoamericanos. 71-92. Un complejo sistema cuatri- (dos mitades y cuatro parcialidades) y tri-partito normaba la percepción del orden social y político. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. A raíz de esta expansión habrían surgido varios centros de poder (Shimada 1994a, 1994b), entre los cuales un papel de importancia desempeñaban el valle bajo de Jequetepeque (Dos Cabezas y la Mina) y el Alto Piura. Se dedicaron a la construcción de complejos religiosos-administrativos de carácter monumental como pirámides escalonadas y truncas, huacas, palacios y construcciones de ingeniería hidráulica, haciendo uso del adobe, el barro, la caña y las piedras de río. 221, 222); como titulares de una ofrenda de coca (? La presencia de estas últimas debe sorprender, dada la recurrente asociación del personaje con las montañas. caral Revista de estudios antropológicos, Organo del Museo de Arqueología de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima. Lima. Materiales del seminario de Iconografía andina. 1994 “Arquitectura y decoración mochica en la Huaca Cao Viejo, complejo El Brujo: resultados preliminares”. 12.2b y 12.3b) y fue llamada Dios C por Berezkin (1980). , Sergio Purin, compilador, págs. Walter Alva . Benson (1980) y Mester (1983) caracterizaron la divinidad-búho (véase también Bourget 1991; Fig. La cultura Mochica o también conocida como Moche, fue una civilización antigua de Perú. compartidos con la divinidad Guerrero del Búho; gobernante subalterno, atributos de guerrero de menor rango, de habitante del litoral o de sacerdote; los comparte con la divinidad Mellizo Marino. 1995 “Moche funerary practice”. Makowski 1996a, Fig. Por lo menos cinco personajes sobrenaturales distintos suelen ser representados de esta manera (Fig. Washington, D.C. . 1948 “Religion und Mythologie der frühen Chimú (Nord-Peru)”. Versuch einer ikonographischen Rekonstruktion. Por ejemplo, el Mellizo de cinturones de serpientes preside el sacrificio en la montaña de un solo pico, a lado de su inseparable compañera, la Iguana, y encima de la cueva donde reside otro ser sobrenatural. Fig. 1953 Prehistoric Settlement Patterns in the Viru Valley, Peru. COLLIER, Donald. New y San Francisco, Thames y Hudson y el Fine Arts Museum of San Francisco. En: Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, pág. Chicago Natural History Museum. Atentado La determinación del número y de las características de las divinidades principales mochica tiene relevancia no sólo para los estudios sobre las religiones andinas, sino también sobre el sistema del poder imperante en la costa norte del Perú entre los siglos II y VIII d.C. Es bien sabido que guerreros y sacerdotes lucen durante los combates y bailes rituales los mismos tipos de vestidos . 51-59. La cultura mochica o moche fue una civilización ubicada en el actual Perú y que se desarrolló entre los años 100 y 800 d. C. Los miembros de esta cultura se asentaron primero en la costa norte peruana y después se extendieron hacia el sur. New York, Praeger Publishers. La Cultura Lambayeque o Sicán es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se manifestó entre los siglos VIII y XIV dc. Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Pontificia Universidad Católica del Perú. Hay un segundo grupo de seres sobrenaturales, retratados con el cuchillo en su mano: jaguar, puma, zorro, murciélago, búho, todos dotados de rasgos antropomorfos, cuatridente (implemento textil) animado con cuerpo de mujer. En: , M. Moseley y A. Cordy-Collins, editores, págs. Origen de la cultura Chimu: Se cree que la cultura Chimu se formo con la fusión cultural de la cultura Mochica y la cultura Lambayeque (su fundador legendario fue Naylamp). En: Moche: propuestas y perspectivas. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad – Trujillo. Washington, D. C., Society for American Archaeology. Inka II: VII-XXXVII. En: Current Research in Andean Antiquity, Ari Zighelboim y Carol Barnes, editores. Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Pontificia Universidad Católica del Perú. Esta última hipótesis posee un buen fundamento iconográfico. En: Investigaciones en Huaca de la Luna 1995, Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, pág. El guerrero de casco cónico hace el gesto de entregar o recibir la copa. Las ceremonias eran especie de romerías, donde los indígenas acudían a los templos a solicitar la ayuda de los dioses. Estamos asimismo conscientes de grandes limitaciones que tiene el método de análisis tipológico-formal, dado que los personajes cambian de atributos cuando pasan de una condición y/o actuación a la otra. La serpiente probablemente simboliza el cielo (¿Vía Láctea?, conforme con la hipótesis de Tello 1924 y Valcárcel), puesto que puede estar sustituida, en algunas representaciones en relieve, por varios signos de apariencia estelar y solar alineados en forma de arco (Vg. Berezkin (1972, 1980) presentó argumentos empíricos para la existencia de un número mucho mayor de protagonistas divinos de alto rango. Arte Rupestre En: Current Research in Andean Antiquity, Ari Zighelboim y Carol Barnes, editores. En: Perú: dioses, pueblos, tradiciones, págs. Como en los casos maya o griego, las historias de cada uno de los centros no estuvieron necesariamente entrelazadas de manera directa. Los mochicas eran politeístas. Este otro ser, o su similar, preside la ceremonia en la mayoría de casos. 1989 Personajes míticos, escenas y narraciones en la iconografía mochica. 1998 “Sacrificios humanos, desmembramientos y modificaciones culturales en restos osteológicos: evidencias de las temporadas de investigación 1995-96 en la Huaca de la Luna”. Una variante excepcional representa al personaje de cinturones de serpientes sentado acéfalo como si fuese decapitado o se estaría litificando, transformándose en un trono (Zighelboim 1995a, Lám. 1995b “Mountain scenes of human sacrifice in Moche ceramic iconography”. Cultura Moche. Berlín, Museum für Völkerkunde. La imagen de la divinidad en la cultura Mochica”. 1996b “La ciudad y el origen de la cilivilización en los Andes”. 1994 “Excavaciones de tumbas de sacerdotisas Moche en San Jose de Moro, Jequetepeque”. Washington D.C., Smithsonion Institution Press. 12.9). En: , Luis Millones y Moisés Lemlij, editores, págs. serpientes con cabezas de zorros, ofidios o cóndores, patas de araña. La categoría de combatientes comprende a dos divinidades de cinturones de serpientes (Castillo 1989, 1991), el Guerrero del Búho (Makowski 1996a), personajes con cuerpo de pez (Castillo 1989, Bourget 1994), dragones con rasgos faciales de zorro, lobo marino, aletas de pez (Kutscher 1983, Figs. The Cusco Ceque System. 1990 “The Moche revolt of the objects”. 1998 “Taller de Yécala (siglo III/IV): observaciones sobre las características y organización de la producción metalúrgica Vicús”. Con relación a la historia de la cultura mochica en primer lugar hay que comprender que esta sociedad se desarrolló en un período llamado intermedio temprano que dentro de la historia de las civilizaciones andinas este periodo se encuentra enmarcado en el desarrollo de las distintas culturas regionales, por tanto comprende los avances en la cultura . Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Tomo 1. Lima, Universidad de La Libertad – Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. En la reconstrucción del panteón mochica, que hemos presentado arriba, la divinidad radiante de casco cónico y halo radiante, y la de tocado semicircular acompañada de dos serpientes corresponden a divinidades supremas de rango comparable, pero de características opuestas. Los tocados varían: simples cintas (Vg. Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology, Bulletin 155. 69; Makowski 1996a, Fig. 211-281. Ello explicaría la recurrencia muy limitada del estilo Mochica en las primeras fases, salvo contextos funerarios de elite y ciertos espacios en la arquitectura ceremonial, la que contrasta con la omnipresencia del estilo Virú-Gallinazo (Shimada y Maguiña 1994). La arquitectura monumental dispersa a lo largo de los valles orientaba probablemente los flujos humanos que se desplazaban periódicamente y de manera ordenada, a nivel local y regional, para rendir el culto, tributar o cumplir con las obligaciones tipo mit’a. National Geographic Magazine 91 (4): 453-482. Lima, Universidad de La Libertad Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. Encuentra una respuesta a tu pregunta aportes de la cultura mochica. Cusco, Instituto Francés de Estudios Andinos y Centro de Estudios Regionales Andinos “Bartolomé de las Casas”. Finistére, Catálogo de la exposición en la Abadía de Daoulas (12 de mayo a 31 de octubre de 1999). 3 (3): 206-220. HOLMQUIST, Ulla, David DIESTRA y Cecilia PARDO. Americana 1, Ediciones de la Biblioteca Ibero-Americana de Berlín. 105-144. Otras divinidades eran Si (la luna), Ni (el mar), Fur (Iguana, dios de la muerte). Veröffentlichung der Projektgruppe Ikonographie an Lateinamerika. Cambridge, Cambridge University Press. Baessler-Archiv n.s. 4-17, 19). Si visita Cusco y Machu Picchu se dará cuenta que las representaciones de animales más comunes son tres: el cóndor, el puma y la serpiente. 1978  Moche Art of Peru. Las cuevas de las montañas son los ámbitos en los que suele desenvolverse. . 1997: 71-92). 12.12h). 12.3a). 370-383. Estudios Latinoamericanos 17: 63-88. 229-244. Ruth Shady Adicionalmente, ambas categorías de personajes comparten la característica camiseta de placas de metal y flecos triangulares así como el collar de cabezas cortadas. Cuando el alfarero cambia de composición y modela una figura sentada agrega varios detalles. FRANCO JORDÁN, Régulo, César GÁLVEZ MORA y Segundo VÁSQUEZ SÁNCHEZ. Las sociedades Moche desarrollaron una compleja tecnología de canales de riego, evidenciando amplios conocimientos en ingeniería hidráulica y . Lima, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Lima, Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Pontificia Universidad Católica del Perú. 1994 “Historia de una conquista”. Si nuestra hipótesis es correcta, hasta tres divinidades pudieron haber sido veneradas en el complejo de la Huaca de la Luna, dos masculinas que acabamos de caracterizar, y una femenina. La ubicación de la cultura Mochica se encontraba en el valle de Moche y Virú cerca de Trujillo. Su religión tenía un complejo sistema de dioses de distinta jerarquía. Lima, Banco de Crédito del Perú. Finistére, Catálogo de la exposición en la Abadía de Daoulas (12 de mayo a 31 de octubre de 1999). “Los señores de Loma Negra”. Varias escenas (temas) ambientadas en lugares diferentes se concatenan sin que se pueda captar con precisión el fin de una y el inicio de la otra (McClelland 1990: Fig. Esta última característica se manifiesta sólo cuando la divinidad está dibujada, o modelada, en estricta posición frontal. 1; 1976, Fig. Lima, Banco de Crédito del Perú. Entre los siglos II y VIII floreció en el norte del actual Perú una civilización de grandes guerreros y orfebres, cuyos sacerdotes ofrendaban víctimas humanas al dios Degollador. Cajamarca Salvo este último, todos los restantes son merecedores del sacrificio supremo de sangre humana. La divinidad guerrera (personaje A), con el casco cónico coronado por una pluma en forma de media luna, figura frecuentemente como el destinatario de la copa en las escenas denominadas Tema de Presentación. Slide 7. Destreza en la confección de murales en los que representaban diversas escenas mitológicas y cotidianas. Lima, Banco de Crédito del Perú. En la arquitectura se materializaban los principios ideológicos sobre los que descansaba el orden social. Master’s research paper, Department of Anthropology, University of Illinois, Urbana – Champaign. 129 donde surge de la oscuridad). 421-434. 52-101. En la naturaleza, la muerte es necesaria para dar paso a la vida. La cultura Mochica, también conocida como Moche, fue una civilización prehispánica desarrollada entre los años 0 y 800 d.C. Surgió en los valles de los ríos de la costa norte del Perú. Cultura: Cultura Mochica. Los artefactos animados, cuyas formas son reconocibles, no parecen corresponder al vestido de guerrero. “Prácticas funerarias, poder e ideología en la sociedad Moche tardía: el proyecto arqueológico San Jose de Moro”. 1996; Makowski 1998). Hay también varios decapitadores. New York, Praeger Publishers. En la iconografía tardía, Mochica V, y en particular en las escenas relacionadas con el mito sobre la rebelión de los objetos animados, el Guerrero del Águila asume el papel de jefe de panteón. Washington, D. C., Dumbarton Oaks Research Library and Collection. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad – Trujillo. 1 (1): 42-65. Chavín 8b a, b) publica una botella Mochica III con decoración en relieve, en la que la escena de consumo de coca (hombre sentado con calero, espátula y bolsa-chuspa en sus manos, y armas acumuladas detrás de su espalda) se asocia directamente a la escena de combate entre dos guerreros. Julio C. Tello Lima, Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Pontificia Universidad Católica del Perú. Tradiciones. La “Rebelión de los objetos” de la Huaca de la Luna difiere en varios detalles importantes de otras variantes conocidas de esta escena mítica (Lyon 1981, 1987; Makowski 1996a; Quilter 1990, 1997). Quito, Biblioteca Abya-Yala. 8 (2): 113133. 211-281. Santafé de Bogotá, Banco de la República de Colombia. Los orígenes de los mochicas o moches, habitantes de los valles y desiertos de la costa norte del Perú, se remontan al primer milenio antes de nuestra era, entre los años 100 y 800 d.C. Fue una cultura extraordinaria, de artistas, guerreros y agricultores que floreció . Las serpientes fantásticos en el cabello y el característico tocado de olas permiten establecer una relación entre este motivo y el personaje de la Huaca de la Luna, cuyo rostro frontal aparece además en el centro del tocado. 267; Makowski 1996a, Fig. La rápida difusión de los estilos Virú-Gallinazo y Mochica, casi siempre asociados en los entierros de elite y en la arquitectura monumental, interpretamos como la evidencia de una expansión política (Makowski 1994a, 1994b, 1998), la que quizás se iniciaría en los valles de Virú y Moche (Vg. 1955a “El desarrollo de la civilización en la costa del Perú”. 12.1) y propuso llamarla Ai-Apaec, es decir El creador en el idioma muchik. Hay suficientes premisas para demostrar que su imaginería constituía un medio eficiente para transmitir la ideología que hacía viable la existencia de estados multiétnicos (Makowski, Amaro y Eléspuru 1994, Bawden 1994, Makowski 1998). 1997 “Deer hunting and combat: Parallel activities in the Moche world”. 1979  The Burial Theme in Moche Iconography. Hemos revisado recientemente (Makowski 1996a, 2001) la validez del supuesto que acabamos de enunciar con resultados negativos. Colección Arte y Tesoros del Perú. Los temas canónicos de la literatura sagrada y los episodios preferidos de las epopeyas se reproducían en los libros ilustrados y en artefactos relacionados con el culto, y con la vida social, según convenciones establecidas por esta misma tradición literaria (Vg. París. Hoy, la trilogía inca está presente en las artesanías y las . Lima, Casa editora La Crónica y Variedades S.A. . En otras variantes abreviadas de este mismo motivo, el ser aparece entre dos serpientes, y bajo un arco bicéfalo. Sólo en contados casos la cabeza cortada corresponde a un ser humano y no al adversario mítico, por lo que podría tratarse de un tipo de sacrificio por decapitación (Vg. Hocquenghem 1987, Fig. Un segundo guerrero con el tocado de olas la sostiene firmemente en su mano derecha. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Así fue como ocurrió para determinar la importancia del personaje hallado en Sipán hace 25 años. El Mellizo Marino “recibe” en ella bolsas y calero por parte de personajes vestidos como guerreros serranos, los que parecen consumir coca, a juzgar por sus atributos. 12.4). Lima, Instituto Andino de Estudios Arqueológicos (INDEA). Monographs of the Peabody Museum 6. Pachacamac 41: 99-118. A pesar de haber dejado unos impresionantes restos arqueólogos, son pocas las investigaciones que se han llevado a cabo de manera sistemática en ellas. Raras veces logramos encontrar dos imágenes idénticas en todos los detalles, puesto que gestos, poses, diseños de la ropa y del tocado, objetos llevados en la mano, se relacionan directamente con la actuación del personaje y pueden variar en cada uno de los episodios de su gesta. . Americana 1, Ediciones de la Biblioteca Ibero-Americana de Berlín. En: Chiefdoms, Power, Economy and Ideology, T. Earle, editor, págs. La iconografía sugiere, según Hocquenghem, la existencia de estamentos pero no de clases. Las denominadas “escenas en las montañas” se prestan bien para ilustrar nuestros planteamientos. Sólo las escenas, que reúnen a más de un personaje, ponen en evidencia las diferencias de identidades, y hacen posible distinguir a un protagonista de un otro que lo acompaña. Cuando el sacrificio se desarrolla en la montaña de picos múltiples, la divinidad de cinturones de serpientes aparece sólo esporádicamente. Otra característica de la deidad era la decapitación, la cabeza cortada y el cuchillo en las manos indicaban la naturaleza sobrehumana del sacriicador, este aspecto mítico era una metáfora que vinculaba la siembra y cosecha con ciclos de renovación del tiempo y la vida. 17: 63-88. Ambas alternativas no son del todo excluyentes. Mitología chimú. En: Moche: propuestas y perspectivas. Las interpretaciones de Hocquenghem no están desprovistas de fundamentos comparativos, pero sus paralelos no provienen del Mediterráneo sino de América del Sur, en particular de la sierra centro-andina. la cueva, el Mellizo preside el sacrificio, pero se convierte en la víctima del mismo cuando la divinidad reaparece en la superficie, sentada en su trono en las montañas. La cultura Tiahuanaco, máxima expresión del antiguo pueblo aymara, surgió a orillas del lago Titicaca alrededor del año 200 a.C y se prolongo hasta el año 1000 de nuestra era. La argumentación de Hocquenghem ha sido parcialmente retomada por Shimada (1994a: 24-26, 100), con la intención de fundamentar la tesis principal del autor sobre la evolución de la sociedad mochica. Cuando la montaña está compuesta de varios picos separados por cuellos, entre 2 y 7, siendo 5 el número más frecuente, la composición adquiere una complejidad notable y aparecen personajes nuevos. 218), personajes-strombus, -cangrejo -camarón (Kutscher 1983, Fig. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad – Trujillo. Uno de estos supuestos implícitos está íntimamente relacionado con la propuesta de Donnan, a saber: dada la estructura temática de composición, la que supuestamente caracteriza a la iconografía mochica, los personajes principales se definirían por medio de actuaciones exclusivas para cada una de ellas. Los objetivos y los mecanismos de la rivalidad dentro de la elite inka, s. XVXVI. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad – Trujillo. cultura Mochica. Este mismo implemento antropomorfizado cumple el papel de degollador en la variante más compleja de la escena de sacrificio (Kutscher 1983, Fig. En cualquier caso, la idea de que una sola divinidad suprema gobernaba en el universo mítico mochica carece de fundamentos iconográficos. Lima, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, Instituto Nacional de Cultura. De ser así, las insignias de los dioses supremos que ostentan los gobernantes mochica habrían tenido el propósito de señalar un parentesco directo o indirecto con los seres míticos que han animado el mundo, o han dado origen a las instituciones sociales. SHIMADA, Izumi. Primera parte: Tecnología y Morfología”. Ponencia presentada en el Coloquio Internacional de Historia del Arte, octubre 1980. Basta recordar los epítetos de Wiracocha Pachayachachi (Duviols e Itier 1993: 29-61, 151-161; Ziolkowski 1997: 37-50). Anthropological Papers of the American Museum of Natural History 43 (1): 29-87. Es de suponer, por ende, que como en otras civilizaciones antiguas, las relaciones del poder imperantes en la sociedad mochica se fundamentaban en un complejo discurso mítico, y las jerarquías políticas buscaban sustento en los principios del supuesto orden natural (Hocquenghem 1987; Bawden 1994, 1996; Makowski et al. Se denomina Señora de Cao o Dama de Cao a la momia perteneciente a una gobernante de la cultura mochica que se cree gobernó el norte del actual Perú en el siglo IV d.C. Después de su descubrimiento en el departamento de La Libertad y de las investigaciones científicas de rigor, los avances fueron dados a conocer el 15 de mayo de 2006, por . 1996b “La ciudad y el origen de la cilivilización en los Andes”. Cultural History, University of California. Current Anthropology 37 (1): 15-31. Ph. 12.3d y 12.3e): uno, ataviado de tocado semicircular, está acompañado frecuentemente por dos grandes serpientes (dios C; Fig. La cerámica Moche fue el medio de expresión más común del arte Moche. Las evidencias iconográficas sugieren, por el contrario, que la ofrenda líquida (libación), hecha con la sangre sacrificial, fue la prerrogativa más importante de todas las divinidades principales, tanto de las cuatro masculinas como de la femenina. Los dos ancestros míticos que lucen cinturones de serpientes (Fig. 12.3c). Colección Arte y Tesoros del Perú. En la iconografía, los mismos personajes, los mismos episodios narrativos e incluso contenidos temáticos pueden ser rastreados desde las fases más tempranas hasta las más tardías (Moche I a Moche V; Castillo 1991, Bawden 1996) en un área sorprendentemente amplia, desde Piura hasta Nepeña e incluso Huarmey. - 1375 dc. Washington, D. C., Society for American Archaeology. 1998 “Anexo 3. 22-34. Patrimonio Cultural Munks Gaard. 12.11). Lima, Banco de Crédito del Perú. Los moche fueron un pueblo agrícola, construyeron enormes obras de irrigación, encauzamiento de ríos, canales y acueductos. EARLE, Timothy. En: 1999 “El centro urbano de las Huacas del Sol y de la Luna”. La comunicación entre costa, sierra y selva en el Norte no es difícil. En: , Marco Curatola y Fernando Silva-Santisteban, editores, págs. Destacan sus cerámicas, consideradas las mejores del Perú antiguo, así como también su . Este sitio da nombre a la Cultura Chavín, una de las antiguas civilizaciones de América del Sur, que se desarrolló aproximadamente entre 1500 y 300 aC. KESLER, Herbert L. y Marianna S. SIMPSON (eds). I, Fig. 83-141. caral 104-105, nº 36; Alva y Donnan 1993, Fig. El termino degollador está usado, por ejemplo, para describir al personaje representado en los relieves de la Huaca Cao (Franco et al. Huaca de la Luna Travaux de l’Institute Français d’Etudes Andines 79: 389-412. Elaboraron los murales. 1997 “Early State formation on the North Coast of Peru, A critique of the city-state model”. Varsovia, Sociedad de Estudios Latinoamericanos. El depósito se relaciona con la ampliación de uno de los recintos ceremoniales del templo (Uceda y Morales, información personal). Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Musées Royaux d’Art et d’Histoire. 1994b “Los modelos de la organización sociopolítica de la cultura Moche”. Ensayos de la cultura andina. Lima, Instituto de Estudios Peruanos. 1998 “Anexo 3. 18: 27-50. Nuestra propuesta de identificación de las divinidades, cuyas imágenes adornan la fachada de la Huaca de la Luna, coincide con algunas sugerencias iniciales de los descubridores. En esta cerámica se muestran todos los atributos de la excelencia plástica del pueblo moche: Realismo, composición, armonía y dominio de . Camino Inca Estamos tentados de abordar el problema de coexistencia de estilos desde la perspectiva de lucha de grupos y facciones por el poder (Brumfiel y Fox 1994). En algunos casos la personalidad de la divinidad de la cueva se esclarece por la presencia de dos serpientes monstruosas encima de su cabeza; en otros, el ser parado bajo la serpiente bicéfala está reemplazado por un búho antropomorfo. Varias categorías de seres sobrenaturales suelen aparecer modeladas, o pintadas en línea fina, sobre el fondo de las montañas, solas o en el contexto de complejas escenas. En el amplio corpus reunido por él, se separan claramente dos grupos. Album fotográfico de las principales especies arqueológicas de cerámica Muchik existentes en los museos de Lima. Los paralelos (Figs. En: Surface survey of the Virú Valley, Peru, por James A. Ford y Gordon R. Willey. Pampa Grande, Shimada 1994a); poseemos evidencias suficientes para hablar de un urbanismo compulsivo del estado. Dumbaton Oaks Research Library Collections. Lima, Banco de Crédito del Perú. 79: 415-424. 1978 “Les combats mochicas: Essai d’interprétation d’un matériel archéologique à l’aide de l’ethnohistoire, de l’ethnologie et de l’iconologie”. arequipa 27 (1): 135-213. 1991 Structures magico-religieuses et idéologiques de l’icongraphie Mochica IV. públicos monumentales, domésticos aldeanos, entierros– y caracterizan a la alfarería doméstica. Traducción de P. J. Lyon. A study in iconographic metodology”. Kutscher 1983, Fig. En el numeroso grupo de seres sobrenaturales masculinos, dos seres lucen cinturones de serpientes (llamados dioses A y B; Fig. 1, 12; Makowski 1998). Está claro que el nimbo radiante y el arco remitían a diferentes estados por los que atravesaban las divinidades en lugar de indicar identidad de alguna de ellas (como lo sugiere Golte 1994: 74; Señor de Vía Láctea). Baessler-Archiv n.s. Moche, también llamada cultura mochica, es una cultura arqueológica del Antiguo Peru que se desarrolló entre el 100 a.C y el 800 d.C en el valle Moche teniendo como capital al territorio que actualmente se denomina Huacas del Sol y la Luna en la región La Libertad, ésta cultura se extendió hacia los valles de la costa norte del actual Perú. “Las grandes culturas de la costa norte”. La lista es larga: El listado podría ampliarse si agregamos también las figuras que carecen de tocado de olas y de la serpiente bicéfala, pero guardan un cierto parentesco con la deidad de la Huaca de la Luna, puesto que poseen cejas prominentes y orejas bilobuladas. Puno Dado que la producción de los objetivos figurativos no estaba centralizada, la unidad temática de la iconografía mochica, reconocida por todos los estudiosos del tema, puede tener explicación sólo en la tradición oral común, accesible a todos, productores y usuarios, con un número limitado de variantes regionales.
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